Conectados desde la cuna

Albert A. Martin Maestro en el artículo "Conectados desde la cuna" (http://tecnonews.info/ebd/3353/Conectados%20desde%20la%20cuna) nos habla de que cada vez , la edad de acceso a las nuevas tecnologías , ya sean dispositivos móviles, redes sociales ... es cada vez más prematura.

El autor comienza exponiendo una cuestión al lector, tratando de averiguar qué edad es la recomendada para que los pequeños empiecen a usar las nuevas tecnologías. Los especialistas, comenta, no se ponen de acuerdo pero parece ser que es la industria la que lo decide.

Recuerda el autor, que cuando era pequeño no era necesario el uso de tanta tecnología para poder vivir el día a día y termina diciendo que este gran auge de la utilización de estas es sinónimo de estupidez y control.

Albert Martin Maestro analiza esta visión , desde un punto de vista de persona que ya ha superado esta edad y compara su pasado con la actual sociedad.

Estoy totalmente de acuerdo con él, ya que yo estoy viviendo este "problema". Pienso que la sociedad está accediendo a las nuevas tecnologías cada vez más joven, y muchas veces sin necesidad, sólo porque está de moda.

Uno de los factores que podrían ser los causantes de esta situación, como bien dice el autor, es que las industrias cada vez lanzan productos para personas de más corta edad , haciéndolos más atractivos y más manejables para este rango de personas.

La industria ha sabido crear una necesidad, que como se comenta en el texto, cuando el autor era pequeño, no existía, o al menos no era "necesaria" en estas edades tan jóvenes. Han visto un perfil que posiblemente cuando comenzaron con la producción no contemplaban, pero para obtener mayores ganancias, han decidido explotar esta "carencia" de estar todos conectados.

Esta entrada a las nuevas tecnologías también puede ser creada para obtener un mayor control sobre las personas, no sólo de los padres hacia sus hijos de 10 años sino de las empresas hacia nuestra intimidad. A través de los teléfonos inteligentes y de las redes sociales se puede seguir nuestro rastro y luego vender estos datos a empresas.

Para terminar diré que está bien que avanzamos y que tengamos nuevas posibilidades que tal vez antes no existían, pero no hacemos girar toda nuestra vida en torno a estas tecnologías.